Sorprende el poco esfuerzo necesario fÃsico, no asà el económico, para alcanzar estos 2600 metros de altitud, solo requiere tomar el tren cremallera en Garmisch-Partenkirchen (700m) y dejarse llevar. Un largo tunel final quizá evite el susto de los últimos cuatro kilométros de subida. El resultado está a la vista, no decepciona si el dÃa está despejado. En un paso mas con un teleférico y se alcanza casà la cumbre del Zugspitze, el pico más alto de Alemania.